Ultrasonido estructural en mérida

El ultrasonido estructural se realiza en mujeres embarazadas y nos permite evaluar el crecimiento correcto del bebé y descartar una gran cantidad de anormalidades que pueden afectar de forma negativa la continuidad del embarazo y el desarrollo del bebé.

Se realiza en el segundo trimestre del embarazo, generalmente entre la semana 18 y 22 de gestación. En algunas pacientes, sobre todo cuando se trata de embarazos de alto riesgo, es posible que su médico lo indique unas semanas antes.

Cuando se realiza un ultrasonido estructural, se evalúan, miden y exploran diferentes aspectos físicos del bebe en crecimiento. Algunos de estos son:

• Cara: formación adecuada de distintos huesos, órbitas nasales y oculares. Aquí es donde se logra detectar problemas relacionados con el labio y paladar hendido. 
• Cuello: se mide el pliegue nucal entre otras estructuras. 
• Cabeza: se mide principalmente la circunferencia de la cabeza y el diámetro biparietal.
• Espina dorsal: se confirma que se esté formando adecuadamente.
• Tórax: formación adecuada de la arteria aorta y cavidades pulmonares
• Corazón: además de la frecuencia cardíaca, se examinan las cuatro válvulas cardíacas y se descartan la mayoría de los defectos cardíacos congénitos.
• Extremidades: se mide la longitud del húmero y fémur, así como la densidad ósea. Ayuda a descartar deformidades en los huesos.
• Abdomen: se revisa la formación de los diferentes órganos, así como la pared abdominal y el cordón umbilical.
• Placenta y líquido amniótico: se verifica la posición de la placenta, el volumen de líquido amniótico y se descartan anormalidades.
• Genitales: se verifica el sexo del bebé y la formación de los mismos. De igual forma, se mide la longitud del cuello uterino, lo cual es muy importante si existen antecedentes de parto prematuro.

La duración de este estudio puede variar.

No obstante, suele durar entre 30 minutos y 1 hora.

El ultrasonido estructural es uno de los mejores métodos para evaluar aspectos físicos del bebé y detectar de forma oportuna una gran cantidad de anormalidades físicas, pero no puede detectar todos los problemas que pueden presentarse. 

Lo más frecuente es que durante la realización de este ultrasonido sí se logre identificar el sexo.

Sin embargo, hay ocasiones en las que no es posible visualizar las estructuras que nos hacen distinguir si se trata de un niño o una niña. 

Recuerda que la finalidad de este ultrasonido es asegurarnos de que el crecimiento del bebé es el adecuado.